domingo, 1 de mayo de 2011

SEMANA SANTA

En Londres no hay procesiones. O por lo menos no hay procesiones religiosas, porque lo que si que hay son procesiones de madres y padres a los supermercados para comprar huevos de chocolate.

En semana santa se compran huevos de chocolate y se esconden en el jardín o en la casa para que los niños los busquen y luego se los coman. Yo, como soy más niño que muchos niños de 5 años, fui al supermercado a comprar un montón de huevos para esconderlos y que Miriam los buscara (a comerlos ya le ayudaría yo). Y el supermercado es un paraíso. Hay huevos grandes, medianos y pequeños. Unos rellenos de chocolate, otros de caramelo, otros de crema o incluso de lacasitos. Unos son de chocolate blanco, negro o chocolate con leche. En vez de huevos, pueden ser gallinas, conejos, ositos o vacas. Y todas las posibles combinaciones que se os ocurran.

El tema es que creo que se me fue la mano. Me lo pasé genial escondiendo los huevos en el jardín con Lord Foley la noche de viernes santo, y viendo como Miriam y su hermana iban pista tras pista buscando los huevos el sábado por la mañana, pero realmente creo que se me fue la mano comprando huevos. Estamos a 1 de mayo, han pasado 7 días y todavía quedan huevos por casa, no nos ha dado tiempo a comerlos todos.

Si alguien está a dieta que no se le ocurra venir a Inglaterra en semana santa, porque se va a poner de chocolate morado, y va a arruinar su dieta. Eso si, se lo pasará genial.

Happy Easter!!!!

Seguidores